Soledad, si pudieras retarme en un duelo conmigo, no creas que lo ibas a tener fácil, pues tengo un amigo. Siempre está ahí cuando lo necesito. Es el mal vino.
Nunca pensé que diría que la meta siempre está perdida. Dije que nunca jamás pensaría, que la muerte es el fin de la vida. Siento que tal vez viviría, mejor sin ninguna compañía.
Más la vida te demuestra, que nada vale lo que cuesta, solo ha sido legendario el que sangre ha derramado y que todo vale, da igual quien esté delante… Hasta que eres tú.
De día el mundo se mueve como loco, algo que solo comprenden unos pocos. Si mi guía no es el destino, dime, ¡Soledad!, entonces, ¿cual es el camino?
Como puede ser que odiara tanto, para decir que prefiero morir a soportar tanto llanto.
Quisiera que la vida fuera más sencilla mas llevadera, quizás de otra manera, pero las cosas te vienen bien dadas, persigues tus metas,tan anheladas…y ya en el triste final nada te queda, todo se va.
Nunca jamas imaginé que algún día de mi vida cambiaría el amor de una mujer, por la felicidad de un solo día. Y hoy todo lo daría por sentir algo por dentro pues por segundos mi tormento invade y seca mi cuerpo.
Viendo ponerse el sol siento el ocaso de toda una vida y echo en falta el amor de la que me correspondía, luna, sangre y tierra mía.
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